
-Él: paso, soy un cagado y me jode que a mí me esté yendo como el culo en mi vida profesional mientras tú, con tu arte, le estás encantando a gente importante de los EE.UU. Prefiero quedarme aquí, solo y amargado y hacerte sentir culpable por un abandono que no existe.
Lo sé, "algo" imparcial pero es que el chico me parece un capullo desde el principio de la película.
Por otra parte, si lo que el director Carlos Marqués-Marcet buscaba era hacer una pastel hipster, tengo que reconocer que no se le olvidó ni un ingrediente para hacerla:
1- Chico delgadito, ropa estrecha y cuidadosamente desaliñada al igual que su tupé, las gafas de pasta y el elemento más inconfundible de todos, la barba (no comment).
2- Chica también delgadita, no excesivamente guapa pero con algo especial en le rostro, pelín andrógina, bilingüe, fotógrafa de imágenes muy simples de exteriores urbanos, y algún que otro modelito que canta a segunda mano de cierto caché.
3- Barcelona.
4- Los Ángeles.
5- Un buldog francés llamado Paco.
6- Un uquelele de fondo, banda sonora de su historia juntos.
No digo que no merezca la pena verla.
10.000 Km. 10.000 cagadas.
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